La
villa de Betancuria fue fundada en el siglo XV, por Jean de
Betencourt, el conquistador de la isla, y fué hasta el año 1834
la capital administrativa de la isla.
Está
situada en el valle del Macizo de Betancuria (Parque
Rural), y es una de las zonas menos desérticas de la isla,
ya que la escorrentía
de estos montes convergen hacia el valle.
Betancuria es el municipio
menos poblado de Fuerteventura (apenas 800 habitantes), y no
cuenta con infraestructuras turísticas ni playas de interés,
pero es la localidad de mayor interés histórico artístico de la
isla.
Entre estos puntos de
interés destaca la Iglesia de Santa María, del siglo XV, y que
fue arrasada por los piratas en el siglo XVI y se reconstruyó en
el siglo XVII, y en su interior se pueden ver diversas obras de
arte sacro.
Junto a esta iglesia hay
una zona turística con una cafetería y varias tiendas de
productos típicos de la isla que cuentan con un gran stock en
todo tipo de artesanías y recuerdos.
Otro lugar de obligada
visita es el
Museo Arqueológico de Betancuria, en donde podemos aprender
los modos de vida de los antiguos habitantes de Fuerteventura y
que consideramos que es de obligada visita.
Al salir de Betancuria,
hacia el sur, llegamos a la villa de Vega de Río Palmas, en
donde encontramos la única infraestructura para almacenar agua:
el pequeño embalse de las Peñitas, que actualmente está
colmatado. En este valle, encontramos una atractiva vegetación
incluyendo sobre todo palmeras y otra vegetación autóctona.